Esta no es una historia para niños, esta no es un cuento con brujas y ogros y duendes o de princesas y principes. Es solo la historia de Miranda una triste pero Hermosa niña quien no encontraba la felicidad, ella veía a otro niños reir a carcajadas y se preguntaba –¿Por qué no puedo se como ellos?–.
Su madre veia a Miranda y no entendia a su hija, ella trato muy duro de que la niña se sintiera feliz, ella la llevó al zoologico, ella la llevó a la tienda de juguetes, ella la llevo al parque, pero todo paracia inútil y en vano, Miranda continuaba teniendo la misma expresión de tristeza en su rostro
Los niños veian a Miranda y tampoco entendía. Muchas veces intentarón hacerlo, las niñas la invitaban a jugar a las muñecas, los niños a volar papalotes, todas juntos la invitarón a jugar a las escondidas, pero ella simplemente decia que no, asi que desistierón, y ellos se alejaban pues su cara mostraba una trizteza inmensa, nadie queria jugar o platicar con la niña de los ojos melancólicos.
Y mirando al Cielo, vió un pequeño pájaro aterrizando cerca de sus pies, los dos se mirarón, ninguno se movio por un largo momento, la pequeña ave entonces comenzó a acercarse lentamente y con mucha precaución, Miranda pensó – sera que ella puede ver lo que otros no han decifrado, si me mira con tal detinimiento que pareciera leer todos mis pensamientos –.
El pájaro se poso en su hombro y comenzo a picarle lo oreja como si quisiera decirle muchos secretos, Miranda estonces sonrió, empezo a sentir que su cuerpo se llenaba de colores, de ganas de volar y recorrer el espacio que tenía a su alrededor, su trizteza no se debia a otra cosa que se olvido que existia un mundo aparte de sus pensamientos.
Su madre la vio en ese momento, los niños la vieron desde lejos, el pájaro la miro desde el hombro y Miranda entonces cerro los ojos, grito – Ahhh!!!! – Se escuchó y salio corriendo en busca de los demas niños. El ave voló alrededor de ellos y sus juegos sus risas, se escuchaban alrededor del parque. Miranda nunca mas estuvo triste y sus ojos aunque melancólicos brillaban con cada sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario