miércoles, 13 de abril de 2011

hoy me apeteció escribir...

La lluvia caia sobre el tejado de madera, adentro se escuchaba una melodía, él, una silueta casi difusa y encorbada por la ansiedad de un sufrimiento, se hallaba sentado frente a un piano viejo y desafinado, que hacia muchos años había sido olvidado, así como todo en aquella casa. El ritmo de la melodía que tocaba sonaba a una suave brisa , trataba de hacer memoria de cual fue su primer recuerdo de ella, su mente recorría imagenes borrosas tratando de tomar forma. Tocaba con mas fuerza, quiza creyendo que con la suficiente brusquedad lograría sacudir aquel recuerdo olvidado por los años, trataba con ansias sin llegar a la deseperación, firme y melódico como si el piano desafinado se oyera perfectamente en su oído, tocaba y resonaba en las paredes, en el aire, en los muebles, y al respirar, ella, una luz de recuerdo sobre su olfato, tan fragante como una gardenia que se concentraba en todo el cuarto, miro hacía la ventaba, la lluvia caia a mas velocidad y los truenos parecian haber tomado la voz de sus sueños y creía ser llamado.
–Ese recuerdo–supiro en voz alta, casi un gemido doloroso, que nacía desde lo profundo de su sangre, esa sangre que llamaba con tanta vehemencia al ser amado.
–Donde te encuentro, si en lo mas hondo de mis recuerdos aun no he podido hallarte–
Hizo un pausa, pero el silencio no entro, la lluvía era demasiado fuerte esa noche tan fuerte como las ganas de estar a su lado, de tenerla entre sus brazos y amarla profundamente como algun día lo hizo. Se levanto y pudo ver la carpeta llena de partituras viejas debajo del piano, melodías compuestas para ella sin terminar, todas realizadas en aquel invierno, que para ellos fue una esfimera primavera entre los brazos de cada uno, la calidez de su piel se había convertido en pequeños rayos solares que traspasaban en cada poro, y el olor de ella era como si miles de flores exhudaran aromas multiples en cada habitación….CONTINUARA…

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